Esta mañana se conocía el fallecimiento de Jean Luc-Godard. Una mañana en la que curiosamente a mi no me apetecía ni salir de la cama.
Al escuchar esta noticia inmediatamente me vino a la cabeza “Caminar sobre hielo” de Werner Herzog: las memorias del viaje a pie a Paris que realizó el cineasta, por si su acto simbólico salvaba de morir a Lotte Eisner.
¿Me pregunto si yo hubiera detestado a Godard si lo hubiera conocido en persona? Estoy segura de que si. Sin embargo, estoy igual de segura de que hubiera emprendido el mismo viaje a Paris desde Madrid, si eso hubiera significado salvarle la vida. ¿Quizás esa es la función de eso que conocemos como Arte? Yo no se, ni me importa, qué es el Arte, lo llevamos discutiendo desde el amanecer de la razón; pero sé que algo de la producción de Godard hace que una mañana en la que no contemplas ni salir al supermercado se convierta en una mañana en la que hubiera merecido la pena caminar 246h para que el mundo no pierda a alguien a quien posiblemente hubieras detestado tomando un café. Quizás ese es el motivo de la creación: tener esa capacidad de movernos, tan literalmente - 1199km en el dia de hoy, para ser exactos -.
La próxima vez me gustaría saberlo con antelación, para al menos intentarlo.
R.I.P Godard and Cinema.
#caminarporelarte