Ayer fue el dia de la madre en medio mundo menos en España. Como no me tocaba celebrar, pensé en Gea, y como soy un poco abraza-árboles hoy le hago un homenaje. Esta obra no es mía es suya. Allá por el 2005 mientras trabajaba en un taller de Land Art en el Museo de Ciencias Naturales, cayó una piedra al suelo y al partirse salió esto. Un cuadro, un paisaje perfecto, la puesta de sol a través de los árboles en un horizonte con montaña al fondo; hasta tiene un marco. En realidad supongo que son denditras - aunque yo prefiero pensar que son helechos fosilizados -, y el color propio de los elementos y minerales que componen la piedra. ¿Será cuarcita? ¿será caliza? - si hay algún geólogo en la sala le invito a explicarme a que responde cada inflexión de esta paleta de colores cobre y tierra y se lo agradeceré enormemente-.
En cualquier caso nada tiene que envidiar a una obra del mismísimo maestro Hokusai. A veces la casualidad es causalidad. A veces las cosas se quedan fosilizadas para aparecer eones mas tarde. Pero a mí parecer, lo mas sugerente es pensar en todo ese tiempo que por haber estado oculto no dejaba de ser menos bello, sino posiblemente mas. Oculta pero latente, como una imagen sin revelar. Belleza igual, pero contenida, discreta e inadvertida.
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